Todas las personas actuamos siguiendo un "guión de vida", un argumento preestablecido de una obra dramática que nos sentimos obligados a representar, independientemente de si nos identificamos o no con nuestro personaje.
El guión de vida lo establecemos y reforzamos por las diferentes experiencias y acontecimientos que vamos viviendo a medida que crecemos.
La voluntad de generar cambios en uno mismo y en las circunstancias es la vía para escribir nuestra propia historia.
