
En el entramado del viaje de ésta vida unos entran y otros salen, unos son viejos, otros nuevos. Pero lo importante no es la condición, la clave está en el simple y llano caminar, y el disfrute de la travesía.
Porque éste es el viaje... sostenido pero no detenido. El viaje del hombre entendido como "peregrinación". Un viaje necesario para recibir la luz y para recibir la catarsis. Una catarsis que solo perciben los buenos itinerantes yendo de la Alfa a la Omega, desde el principio al final, como sentencia de vida para quien se estime "homo viator".