Es donde el sol brilla tanto que los girasoles no saben hacia donde girar, donde sales a la calle y ves a señores muy viejos con alas muy grandes que te observan observarlos y murmuran lenguas de otros tiempos, mientras peces que son siglos sobrevuelan y me cuentan historias de lugares que aun no tienen nombre en el mapa. Es donde las playas se cuelgan mares de plata por la noche y suenos de risa por el dia. Calles con atmósferas liquidas, paseos por iglesias habitadas por ancianas de un tiempo incierto.
Y no es volverse loco, es solo la luz que llena mis ojos con claridades deslumbrantes y me lleva a esa fiebre delirante que provoca México.
Es donde confundes la realidad con los sueños y los suenos con la magia, hasta que de pronto la magia se vuelve verdadera y te la bebes en un shot de tequila mientras la sombra blanca de un amor primero se convierte en melancolía futura.
Y me asomo a la ventana de la vida y me como el tiempo a carcajadas... en paz.
Es solo México, soy solo yo...
